Cultura y turismo se entienden bien hablando de impacto económico
Cada vez más los organismos que financian la cultura exigen demostrar el impacto económico que determinado proyecto tiene sobre el tejido económico de la región en que opera.
No debemos ponernos las manos a la cabeza y defender de manera fundamentalista que la cultura está más allá de criterios económicos.
Simplemente nos lo vamos a tomar como un indicador más que permite conocer el grado de multiplicación que un determinado capital tiene una vez es introducido en el mercado.
Además, cada paso que nos aproxime a cifras de mayor confianza, iremos conociendo más el entorno en que nos movemos, las características del público al que
nos dirigimos o una mayor visión estratégica hacia dónde dirigir las campañas de promoción o gestión de públicos.
De manera muy resumida, el impacto económico de un evento cultural se calcula a partir la suma de tres operadores básicos.
- El primero, el efecto directo, se refiere a la suma que la organización del evento gasta o invierte en una zona determinada del territorio sobre la que calcularemos el impacto.
- Los efectos vinculados, se refieren al gasto que los visitantes al evento cultural realizan en el área de influencia.
- El último, los efectos inducidos cuantifican la repercusión en el global de la economía local de la inyección de capital que el evento ha originado.
Los tres efectos juntos proporcionan el impacto económico sobre la producción.
A partir de este dato también se pueden calcular el número de puestos de trabajo que se generan y el valor añadido bruto en el área de referencia.
La mayor fiabilidad de los resultados dependerá de la disponibilidad de los datos económicos que el evento o festival originen, por ejemplo,
número de visitantes, características de los visitantes, gasto medio por día, etc.
También la adaptación al entorno local de multiplicadores macroeconómicos que, aunque disponibles para economías de un ámbito
geográfico superior (regional o nacional) han de adecuarse a economías comarcales o locales.
¡Celebrar una Muestra de Arte durante el otoño, especialmente en el Palacio de Congresos y Exposiciones de El Toyo, es una idea fantástica!
Entorno inspirador: Almería en otoño ofrece una paleta de colores y una luz únicas que inspiran a artistas de todo el mundo.
El Palacio de Exposiciones y Congresos “Cabo de Gata” de El Toyo (Almería), con sus amplios espacios y vistas al mar, proporciona un marco ideal para exhibir obras de arte y conectar con la naturaleza.
Potencial turístico: Almería es un destino turístico en auge, y una feria de arte puede atraer a visitantes interesados en el
- arte y la cultura, además de los propios artistas. El otoño es una temporada ideal para visitar la ciudad, con un clima agradable y menos aglomeraciones.
- La incidencia directa de la información a través de redes sociales y otros medios de difusión se estima en más de 2.000.000 de contactos, que esperamos acepten nuestra invitación y nos acompañen, viajando desde múltiples puntos del mundo, siguiendo a sus artistas, acompañando a los participantes, o simplemente disfrutando del arte, del clima y de los innumerables placeres que nuestra tierra, puede ofrecer.
- Impulso al sector artístico local: La feria puede servir como plataforma para que los artistas locales muestren su trabajo y se den a conocer a un público más amplio. Además, puede fomentar la creación de redes entre artistas y galerías.
- Actividades complementarias: Se pueden organizar talleres, conferencias, demostraciones de arte en vivo y otras actividades paralelas para enriquecer la experiencia de los visitantes y fomentar la participación de la comunidad local.
El patrocinio del Ayuntamiento de Almería le dará un gran impulso al festival y permitirá llegar a un público aún más amplio.
Esperamos que otras organizaciones y empresas se unan a este proyecto, que es por y para los almerienses.